Se que a veces es difícil entender, la necesidad de reinventarse, de recrearse. Deje rastros te piel vieja en las esquinas de una abandonada habitación, deje que los recuerdos se difuminen en la mente, que se fundan en una sola experiencia, en una sola vida olvidada. Como las notas de una canción cuyo acorde final aun resuena en la piel de las doncellas y en los asientos de un auditorio.
Se que a veces es difícil entender, la necesidad de caminar, de avanzar. Deje tras de mi, antifaces de marfil y barro. caras perdidas en el remolino del tiempo, que ya no son rostros, que, ahora, solo son, mascaras.
Se que a veces es difícil de entender, que cambie hasta mis zapatos, y no mire atrás, pero si algo te puedo asegurar, es que siempre llevo con migo todos los abrazos, todas las cariseas, todas las sonrisas... todo el cariño, encendido como brazas, en el corazón.
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