jueves, 27 de octubre de 2016

La amistad del ave y el árbol

tenia raíces tan enterradas, arraigadas al suelo, que no podía creer, o mas bien no podía entender la necesidad casi desesperada que es chico tenia de partir.

¿como explicarle a un árbol la delicia de navegar el cielo? o al revés, ¿como explicarle a un ave la maravilla de la tierra firme, de esperar el infinito, lo hermoso de conocer cada rincón, de los regalos de la paciencia y lo brillante que puede ser tu pequeño mundo propio?

las manos de uno estaban echas para sostener maletas, las del otro para construir un refugio firme y duradero, pero al final del día, solo era dos amigos contando y cantando alabanzas a una vida que no siempre las merecía, pero que siempre las recompensaba. Dispuestos a enfrentarse a un nuevo atardecer, y volver a repetir todo lo sabido por cada uno sobre las miles formas de vivir.

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