Tengo pájaros en la cabeza, cantan ideas, cantan canciones, cantan la alegría de un cielo celeste, de el viento en sus alas. Hay golondrinas en mi, que vuelan sobre el océano de mis misterios, me viajan de norte a sur, libres en mi, mi libertad.
Hay miles de colibríes en mis manos y en mi corazón, llevan y traen flores. Magia para crear lo que dicta mi alma, magia para trasmitir mi amor a través de la piel.
Hay un bosque entero en mi garganta, miles de aves que trinan, mi voz es canto de canario, conversación de cacatúa, gritos de tero, canción de ratonera. Cientos de aves en mis cuerdas vocales, que algunas veces cantan lo que siento, y algunas otras lo que ellas quieren.
Hay pingüinos en mis polos, siempre enamorados de la vida, de esos que juntan piedritas para quienes quieren, y también de esos que le cantan al amor. siempre resistentes, vivos, pase lo que pase, sin importar el frió, sin importar los inviernos.
Hay lechuzas en mi mente, yendo de aquí para allá, contándome lo que saben, contándome lo que sé. Cazan la información al vuelo y siempre recordándome mantener los ojos abiertos.
Hay gaviotas que sobrevuelan mis costas, tucanes en mi ecuador, pavos reales en mi ego, cuervos en mis hombros, palomas blancas en mis sonrisas y garzas en los momentos de paz. Tengo pájaros en mi estomago, en mis brazos y en mis labios, en mis ojos y mis pies. tengo pájaros en mis alas, tengo pájaros en mi cabeza.