sábado, 21 de abril de 2018

Espíritu de la ciudad

Buscó refugio en el ruido
en las interminables extensiones de calles
y los recortados pedazos de cielo.
Vivió como una casa de familia al mediodía,
reflejando el pasar de las estaciones
en sus ventanas imaginarias
y como las notas de una vieja canción
se disolvió en la bruma matutina,
entre ruidos de motores y niños.

Recortando en las rutas de miles de maletas
creó un collage de paisajes mentales,
de realidades estructurales, 
destructivas, contemplativas, progresistas,
utópicas, conformistas, diferentes y tradicionales,
canto alabanzas desde el silencio perdido.
Compuso sueños de arte,
y regalo canciones de cunas
con sabor a túneles y puentes.

Viste huellas de tiempo en las baldosas,
y charcos de nubes y aires acondicionados,
se cubre con leyendas urbanas
y calza lo mismo que tu y yo,
voluntad y caminos laberinticos.
Fuentes y plazoletas son su hogar...
Espíritu de la ciudad,
que en tono de gris,
vive para acompañar,
a quienes se pierden en la soledad de sus multitudes
y abrazar a aquellos que no se dejan llevar
por las urgencias de los relojes,
y son capases de sentir la belleza 
en los gigantes de cemento.


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