martes, 24 de abril de 2018

sentirme viva

A veces solo necesito tiempo para sentirme viva. Para recordar que secarme la lluvia no significa que no me haya mojado, y que esta bien amarla en cada una de sus gotas, en cada cristal que se enreda en mi pelo. Mas, no esta mal, enojarse cuando un diluvio corta a la mitad una tarde planeada, ni la hace menos bella, el sentir el frío del agua invernal hasta en mis huesos. 
Solo me hace a mi, humana... Con todo lo que eso significa.

A veces solo necesito tiempo para sentirme viva, para soñar, aunque pueda doler, y recordar que el mundo no es siempre risa, y esta bien llorar, sin importar lo que digan. Mas igual de necesario me es, no olvidar que el presente no es pura calamidad y que los milagros se encuentran a la vuelta de una hoja. 

A veces solo necesito recuperar las certezas infantiles, y recordar que una curita  puede emparchar muchas cosas, pero si queremos curar, nada mejor que una mano, un "lo siento", un beso y que el tiempo se encargue de sanar.  
 
A veces solo necesito sentir,  porque eso es lo que es vivir. A veces solo necesito sentir a la hermosura porque eso es lo que es la vida, hermosura... Para guardarla, para atesorarla bien cerca del corazón, para buscarla sabiéndonos vivos y encontrarnos sintiéndola en los lugares menos esperados.

En una sonrisa...
en una palabra...
en una poesía...
en una clase...
en una mirada...
en un rincón...
en un momento...
en una canción...  

sábado, 21 de abril de 2018

Espíritu de la ciudad

Buscó refugio en el ruido
en las interminables extensiones de calles
y los recortados pedazos de cielo.
Vivió como una casa de familia al mediodía,
reflejando el pasar de las estaciones
en sus ventanas imaginarias
y como las notas de una vieja canción
se disolvió en la bruma matutina,
entre ruidos de motores y niños.

Recortando en las rutas de miles de maletas
creó un collage de paisajes mentales,
de realidades estructurales, 
destructivas, contemplativas, progresistas,
utópicas, conformistas, diferentes y tradicionales,
canto alabanzas desde el silencio perdido.
Compuso sueños de arte,
y regalo canciones de cunas
con sabor a túneles y puentes.

Viste huellas de tiempo en las baldosas,
y charcos de nubes y aires acondicionados,
se cubre con leyendas urbanas
y calza lo mismo que tu y yo,
voluntad y caminos laberinticos.
Fuentes y plazoletas son su hogar...
Espíritu de la ciudad,
que en tono de gris,
vive para acompañar,
a quienes se pierden en la soledad de sus multitudes
y abrazar a aquellos que no se dejan llevar
por las urgencias de los relojes,
y son capases de sentir la belleza 
en los gigantes de cemento.


lunes, 9 de abril de 2018

las puertas de mi jardin

Esto es lo que hay, esto es lo que es, cuervos azules en el desayuno y estrellas para cenar.
Esto es todo, no pretendas más, No de mi, no de mis secretos, no del mundo que crío en mi seno.
No pretendas que mis sueños lleven un corset cuando todos sabemos que son más del tipo de
quemar sostenes, no esperes que mis musas se queden estáticas para poder retratarlas,
cuando ambos podemos ver que ellas no pararan de caminar hasta el fin de los tiempos.
Mejor regalame noches de aire y pasto, mejor llena tu lienzo de las danzas y las huellas que dejamos a nuestro paso. Mejor ni lo intentes si no piensas que los colores son para usar, si no crees en vibrar con las canciones, o si no sientes a la vida girando en espiral.
Te estoy hablando con mi ser, con mis manos extendidas, no creas ni por un momento que no quiero que vengas a aquí, pero no puedo y ni quiero mentir... ni a ti, ni a mi.
Tengo plumas por doquier y en mi cuarto cuelga una foto del viento, duermo con mantas en invierno, pero sin sabana en verano, mi ventana no tiene paisaje fijo y toda mi casa huele a aurora. Mis manos son suaves porque jamás trabajé la tierra, pero doy todo de mi cuidando cada pasión que sembré.

Las puertas de mi jardín están abiertas para ti, si quieres puedes conocer mis giralunas y mi árboles añiles, si quieres puedo mostrarte el lago o el sendero, los besos púrpuras o las caricias color lavanda, solo tienes que sentirme, a mi, con todo y con nada, solo tiene que sentir... tus sueños y los míos, tus musas y las mías... para saber si esta es tu canción, si siquiera es tu melodía, o si solo estas de paso, con tu voz, tan distinta, que solo somos tu y yo cantando en soledad...

o si lo nuestro, en su palpitar, resuena en el viento.