domingo, 7 de enero de 2018

ángel de arena

Allí esta,
sentado sobre el muelle,
con su pelo enredado en el viento
y sus pies descalzos flotando sobre la inmensidad.
Quizá su pecho este tranquilo como cualquier atardecer de enero,
pero sus pulmones inhalan tiempo,
y con la delicadeza de un segundo robado
a los labios del destino,
exhala secretos.
Su piel de coral esta tamizada por estrellas negras
y en la inmensidad de su cielo nadan peses de silencio.
Es un ángel con alas de arena y sal,
vive de verano en verano,
entregando a los enamorados, efímeros beso y recuerdos eternos,
regalando aventuras donde solo hay sol o luna,
donde la frontera se vuelve tan difusa como lo es para aquel que camina sobre ella,
dando caricias suaves en los sueños acunados por el murmullo de los grillos y el ventilador
o subiéndole el volumen a las guitarras de los fogones con nada mas que una risa.



 

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