martes, 27 de diciembre de 2016

El arte

Hay alguien que hace la diferencia importante entre el caer en la monotonía y vivir la vida, que transforma cualquier cosa de mundana a mágica, que une la eternidad con lo efímero y separa los conceptos vacíos de las palabras.

Pintando con lagrimas tardes de dramas griegos, pintando con risas noches de carnaval, va creando un cuadro de realidad mística, de sueños escondidos entre ramas de arboles y misterios con voz de viento.

Envuelve con su calidez a todo aquel que se le acerque, abrazos de ideas y sensaciones que se cuelan por las pupilas, que navegan por le caracol de nuestro oído, ingresando en nosotros en un suspiro y se alojan en nuestro corazón. 

El estomago burbujea, la piel se eriza, y nuestra cabeza se vuelve un torbellino de posibilidades jamas creadas con simplemente contemplar su andar. 

date por cautivado con solo recibir una de sus interfectas sonrisas de diamantes. Porque con solo una de ellas, con solo mirar lo profundo de sus ojos infinitos, acariciar su mano en una noche de tormenta o te recostarte a su lado en el pasto comprenderás lo que se siente recorrer una galaxia en un segundo, danzar con las musas o fundirte con las sombras, y ya no sabrás ni de lo que venias hablando, olvidaras por un momento todo hilo de pensamiento y seras arrastrado al infinito.
  

sábado, 17 de diciembre de 2016

instantánea de una tarde de diciembre


En eses preciso intensamente, en el que párese que el viento acaricia con sus manos suaves toda mi piel, en que las abejas zumban, tan compenetradas en su mundo de flores y néctar, y en el que el suelo bajo mi espalda me permite descansar todo aquello que cargo en ella, entonces, simplemente dese que el tiempo se detenga. Que toda mi vida transcurra en un segundo, y que ese segundo dure mil años.

las luces del atardecer se cuelan entre las ramas del gran árbol que se encuentra a mi derecha, tan amarillas como el pasto que en ese momento es mi cama. las abejas continúan revoloteando de aquí para haya y yo solo puedo desear poder capturar la magia del momento y con ella bañar todos mis días.

a lo lejos escucho al mundo revivir, traídos de vuelta por la fresca brisa, luego de perecer los azotes del sol veraniego. los murmullos las personas cuando son acariciadas por los soplos del viento, las charlas de las ramas de los ramas, las risas traviesas de niños y el cantar de los corazones. 

en mi mente se abren mil y una posibilidades, los opuestos choca y se funden y soy arrastrada a una pacifica locura. Me siento tan llena de energía y de a la vez de cansancio, y la alegría besa a la tristeza, y... en fin... solo otra tarde de diciembre.


domingo, 4 de diciembre de 2016

10 minutos

En 10 minutos se puede destruir toda una galaxia, hacer que el espejo de la realidad se caiga a pedazos. Crear un incendio forestal que destruye los arboles de las viejas ideas, tan arraigadas al suelo por sus raíces.
Ceniza todo aquello preconcebido, cenizas las limitaciones impuestas por siglos de dolor y opresión.
Porque en solo 10 minutos se puede reinventar el mundo y todas sus reglas, tomar lo obsoleto, y construir rascacielos para los sueños.
Para crear utopías se necesita recorrer un camino largo, cierto, pero para comenzar a volverlas reales, solo necesitamos tomarnos 10 minutos para observar, para pensar, para destruir y reconstruir. 10 minutos para crear.