Aunque pasen cien años, ni vos ni yo sabremos nunca lo que cantan las amapolas cuando no escuchamos, ni que tan sordo es el silencio cuando solo hay aire y luz.
Mil y una noches junto a las estrellas, sin saber si el humo del cigarro es el espíritu del tabaco, o solo nuestras penas insignificantes yéndose, diluyéndose en el aire, mundos espiralados disueltos en los momentos compartidos.
Porque sin importar cuantos días gastemos reflexionando sobre la cadena de casualidades que nos hicieron compartir sonrisas y miradas por primera vez, jamas lograremos comprender la profundidad de los acontecimientos, la sutileza de los hilos del universo que entretejen el tiempo.
Un siglo entero me llevaría contar cada uno de tus cabellos, cada uno de los soles en tus ojos, cada arruguita que la duda genera en tu rostro, cada linea de tu cuerpo, cada meridiano de tu piel.
Dos mil horas y aun no sabemos porque todo párese mas brillante en el reflejo del espejo del otro, o porque los kilómetros gritan por ser recorridos, o como se escurren los segundos entre café y café, entre cerveza y beso, entre mirada y mirada, entre duda y descubrimiento.
porque aunque pasemos juntos toda una vida, e incluso mas, ni vos ni yo sabremos nunca nada, pero tenlo por segur que lo viviremos todo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario