El artista crea con lo que tiene al rededor,
mira su mundo y cree que puede verse mejor.
El artista alaba a la vida,
por darle este padasito de tiempo,
esta porción de paraíso,
esta parcela en el infierno,
este espejo, que la gente insiste en llamar realidad.
Realidad que mas que distorsiona, resquebraja,
porque la realidad no existe.
un artista mira con un ojo particular,
ve lo que ya creado y lo que esta por crearse,
sabe que todo depende,
sabe que somos demasiado pequeños para ver lo universal,
por eso plasma lo que sus alma logra captar.
afortunado el instrumento de la musa,
quien se atreve a bucear en la profundidades del misterio,
aquel capas de abrir su corazón,
de poner sus sueños sobre la mesa
y caminar al borde del abismo de la hoja en blanco.
El artista juega con la muerte,
baila al compás de la marcha final,
pidiendo siempre una pieza mas.
La muerte de una obra es solo el inicio de mucho mas,
por eso el artista,
eterno amante de la parca,
dedica a ella sus mayores creaciones.
Dos caras, el artista,
a la vez jugandole a la muerte y la vida,
amando a una, alabando a otra.
Pero el artista, al final, sabe que son parte de la misma entidad.
el artista crea con lo que tiene al rededor,
mira a su mundo y cree que puede verse mejor,
pero el artista sabe que para eso el único camino
es cambiar la mirada.
Y en el fondo, todos somos artistas.







