domingo, 17 de febrero de 2019

Rey de la calle

Con la mochila destrozada y la gorra sobre la cabeza
camina, camina como un loco, como un lobo solitario, como un cachorro alegre
salta los charcos y para en los semáforos, como oteando el horizonte,
como escuchando las historias del vaivén y el runrún de los motores,
silva porque no hay nada
ni tigres ni elefantes,
que puedan detener sus sueños de volar entre carpas.
Trabajar,
saltar entre aros y pelotas,
tocar las nubes sin dejar el suelo,
comer uvas abajo de un parral,
areglar su ropa con mucho hilo y poca aguja
bailar,
tomar vino
practicar con los pibes en la placita 
y enamorarse de un chispazo.
Trabajar y conversar,
esperanzas dichas y miedos silenciados,
giran como en un carrusel,
cabeza de picaflor, de chorlito, de gorrión,
solo pierde quien no tiene ilusión, y no se ilusiona quien no sabe vivir.
Rey de la calle, que pasa y no deja de parar
por favor no pierdas la sonrisa de gurisito pelochuso,
la sabiduría fácil de zapato encintado
ni el alma de anciano soñador.


viernes, 25 de enero de 2019

solitaria trinidad

La Madre
Horas y horas
gastadas en el escenario de luces
las tablas
las butacas
los zapatos de taco
los rostros cambiantes
los nombres inquebrantables
la inmutable relación de mil y un ciclos noche tras noche
y las marchas silenciosa de un tiempo destruido.

La Hija
Horas y horas
respirando música
sonando latidos
palpitando melodías
zapatos destrozados sobre zapatos destrozados
confusión sobre euforia
euforia sobre dolor
risas
vino
sudor.

El espíritu errante 
Horas y horas
pies descalzos se deslizan
entre las sombras anónimas
que recorren las calles a las 6 de la mañana
al norte de mis rosas
entre agujas y puntadas
entre discursos y entrevistas
sobre una luna ilustrada.


martes, 8 de enero de 2019

la danza de las capas


Me vestiré con mi vestido rojo esta noche, 
me pondré mi capa y saldré a ver las estrellas.

El mundo es más grande cuanto más arriba estás, 
así que toma mi mano y volemos juntos, 
que la noche es joven y también lo son nuestras huellas.

Héroes underground, 
héroes de aceras, 
dispuestos a salvar el mundo entre cigarrillo y cigarrillo, 
dispuestos a patear al dolor con tacos de aguja 
y a sumergirse en los misterios de las 3am 
con solo con un amigo de componía.
¿No somos increíbles? 
Si hasta tenemos capas, 
si hasta sangramos palabras, 
si hasta compartimos las migajas de nuestros sueños y bailamos en la oscuridad.

Héroes rotos con sonrisas de verdad, 
negados a ser una triste historia más.

Aún nos quedan galletas, 
aún nos quedan injusticias por las que gritar.

El sol se acerca cada vez que lloras, 
cada vez ríes, 
cada paso que das en dirección al mar.
Nacerá un día reflejado en una botella, 
así como nació una noche reflejada en nuestros dedos. 
Nacerá y allí estaremos, 
entre la bruma y el smog 
sentados en la sucias baldosas, 
con la ciudad perezosa a nuestra espalda 
y las vivas aguas en nuestro mirar. 
Allí estaremos, como estamos hoy, 
entre los yuyos de la vida ciudadana 
y los motores de a vida campesina, 
con nuestras capas, 
bailando en la oscuridad.