martes, 30 de enero de 2018

A mi musa

Cerré los ojos y te perdí, te perdí entre tanto ruido, entre tantas ilusiones, entre los fragmentos de un
sueño te perdí. no se si es cierto lo que dicen de las musas, o si alguna ves realmente te conocí, lo que si se, es que mientras te buscaba entre mis pinceles, me encontré pintándome mi reflejo. Ese cuadro que cuelga en mi estudio, ese lienzo lleno de secretos y verdades, no es mas que la sombra una búsqueda imparable, creado de pequeñas pinceladas de lo que soy y lo que fui. 
Luego de que te fuiste me descubrí siendo yo y siendo tu, o mas bien, siendo esa parte tuya que se volvió mía, esa parte de ti que siempre fui yo. Quizá ahora no seas en mi mente más que un mundano recuerdo sobre una diosa pagana, pero te aseguro que jamas me desprendí, ni por un segundo, de esos rincones de mi alma en los que aun habitas. 
No creo que leas esta carta, aunque seguro su esencia te llegara, pues en ella se refleja un pedacito de mi que te pertenece a ti. Quería cantar una oda a tus manos, dedicarte mil y un sonetos, o algo así de grandilocuente, épico e impresionante, pero aquí y ahora, frente al papel y la pluma, frente a tu reflejo y justo en frente a mi reflejo (es que mi mano pinto siguiendo la tuya), no se que decirte, en verdad, más que gracias. Gracias por regalarme las palabras, por darme ojos para ver la belleza, y corazón para sentir el mundo. 




domingo, 21 de enero de 2018

bailarina del vacío

Soy como un cisne 
que se desliza sobre un espejo de lagrimas, 
viajo el cielo,
bailo sobre el firmamento 
con la gracia de quien lo lo habita como su segundo hogar,
con la soltura de quien vuela con el alma en sus plumas,
con el corazón en sus pies. 
Voy en puntitas sobre las nueves 
y no me canso, 
y no me pierdo, 
y no me deshago en aliento. 
Danzo sobre el vacío, 
es lo que soy, 
es lo que hago, 
y sin embargo, cuando el tiempo se frena, 
vuelvo a caer, 
como una triste pieza de ajedrez, 
y no como la bailarina que se supone que soy. 
A veces lo mas fácil de olvidar es a uno mismo, 
pero te lo digo, 
jamas sentirás tanta belleza 
como bailando entre los suspiros de un sueño perdido. 




domingo, 14 de enero de 2018

la muerte del fenix

Cuerpos danzan,
entre las horas, 
entre las llamas.
Con sus pelos flameantes,
con sus pieles pintadas
cuerpos danzan,
en esta enorme fogata.
nuestra música es la tormenta,
que viene y va,
lluvia,
huracán,
rayos,
truenos,
electricidad.
ven, siente la fogata,
el ritmo vive aquí,
el ritmo vive en ti.
ven y danza,
enciendete y baila.
quítate tus rojos zapatos,
aquí se danza descalza,
déjate llevar por el viento
que como en un circulo de hadas
aquí se danza sin parar. 
suelta lo que te sostiene,
y danza hasta las cenizas.
danza en llamas,
danza para perecer...
danza para renacer.


domingo, 7 de enero de 2018

ángel de arena

Allí esta,
sentado sobre el muelle,
con su pelo enredado en el viento
y sus pies descalzos flotando sobre la inmensidad.
Quizá su pecho este tranquilo como cualquier atardecer de enero,
pero sus pulmones inhalan tiempo,
y con la delicadeza de un segundo robado
a los labios del destino,
exhala secretos.
Su piel de coral esta tamizada por estrellas negras
y en la inmensidad de su cielo nadan peses de silencio.
Es un ángel con alas de arena y sal,
vive de verano en verano,
entregando a los enamorados, efímeros beso y recuerdos eternos,
regalando aventuras donde solo hay sol o luna,
donde la frontera se vuelve tan difusa como lo es para aquel que camina sobre ella,
dando caricias suaves en los sueños acunados por el murmullo de los grillos y el ventilador
o subiéndole el volumen a las guitarras de los fogones con nada mas que una risa.