martes, 27 de marzo de 2018

mareas doradas, cielos grises

me siento y camino, 
siento que vago 
por las fronteras inescrutables,
siguiendo un rastro azul. 
Nada callará el destino
que he decido para mi,
nada se interpondrá
 en el silencio adoptado 
por las formas del viento.

Mientras echaba a caminar,
la marea trajo manzanas
y las costas se tiñeron de inmortalidad.
el mundo se convirtió en los ecos
de cuentos sin terminar,
mientras las grises nubes
se reflejaban en el dorado mar.

vestida solo con el polvo 
que mis pies levantaban al pasar
me dedique a mirar
los cortos hilos que anudan el tiempo
y entretejen nuestras manos.
Me dediqué a vivir
de los besos, de las musas,
y de los besos de las musas.
Me dediqué a sentir 
a los segundos y las almas
susurrar sobre tiempos olvidados
e ideas muertas.

Las musas me acunaron 
entre gris y dorado,
me abrazaron en azul
y me dieron el amor que dan al mundo,
ese que reparten de palma en palma
de frente en frente
de labios en labios
a cualquiera que no las haya abandonado,
a todo aquel que no haya menospreciado
las estrellas que regalan,
a aquellos que han regresado a su altar
con sueños de huellas en la arena.

Porque así son ellas
porque así es el camino
de quien alimenta con flores a los buitres
y pinta en su cielo la belleza de un desenlace
en esta era de eternidades.


jueves, 15 de marzo de 2018

Luz

La luz tiene forma de río caudaloso, de corazón palpitante, de globo blanco. La luz corre como un caballo, como una manada en libertad, corre, corre entre mis dedos, entre las palmas de mis manos, dándole forma a la magia, a las estrellas y a las fogatas. La luz huele a luna reflejada en el aljibe y a tarde de verano encerrada en las curvas de una caracola, y es como el té de rosas, y es como el polvo flotando en el espacio, sin perderse en la nada, sin ser olvidada, reflejando en el cielo azul celeste los fantasmas de una danza milenaria.
Rayo de universo, que flota en la completa oscuridad, que desde la era de la nada ha llegado al siglo del todo, acaricia con tus arcoiris de blancos la piel, la tinta y el papel. Destello que nada en mis pupilas y que encontrarás el camino hacia las alas de una mariposa o que en medio de una tormenta te convertirás en relámpago, solo te pido que bañes el mundo con tu fugacidad infinita, para así poder darle vida a las musas.


sábado, 3 de marzo de 2018

Desde los cimientos

Construimos,
Allí donde el mundo nos regalo tiempo
creamos los cimientos
con pinceles y martillos
con piedras
con sangre derramada.
Construimos buscando un rincón
un rincón que fuera nuestro
que fuera de las manos
tanto como de la tierra.
Nos hicimos a la mar
nos hicimos marineros
nos hicimos, y fuimos
hijos de las canoas. 
En la tierra fértil
desde las cenizas 
a la platas de maíz
cultivamos nuestros sueños
nuestro arte
nuestro descanso. 
Construimos y nos hicimos
pero en el proceso de crear
nos olvidamos que fuimos
tanto como somos
una bella expresión del todo
y un sublime aleteo de la nada.